Ecumenismo Cosmico
Recorriendo las páginas de la autobiografía del padre Anthony uno no puede dejar de captar la nota dominante que caracterizó su vida, a saber, la búsqueda de Dios y la verdad. Fue por esta razón que ingresó, a la edad de quince años, en el seminario de Alwaye (India) y, siendo el mejor de todos sus compañeros, pudo completar sus estudios en Italia, donde fue ordenado monje dominico. Desde entonces, sin embargo, su búsqueda interna sincera y profunda chocó con las barreras erigidas por el rígido dogmatismo de la Iglesia oficial, que afirmaba que no hay salvación fuera de ella. Extra Ecclesiam nulla salus. Además, para no caer en la trampa de la ortodoxia católica dentro de la cual querían encerrarlo a sus superiores absolutamente intransigentes hacia cualquier búsqueda de la Verdad que salga de las huellas de la doctrina cristiana, prefirió abandonar el convento dominico de Oxford, Inglaterra, para continuar en su investigación de interiores en varios países europeos y asiáticos, especialmente en India y en Italia, está completamente libre de espíritu. De hecho, sintió que cada religión contiene dentro de ella lo mismo y solo Verdad, las religiones de hecho son muchas y se pueden comparar con las Sendas, pero el Meta final es único y, aunque es llamado por diferentes nombres, conduce a la misma experiencia, es decir, la comprensión dentro de nosotros de esa Paz que es Alegría, Amor, Tranquilidad imperturbable y Serenidad interior y que representa el punto de llegada de cada Religión. Este objetivo final se llama "Dios el Padre" por los cristianos, Satcitananda por los Yoguis, Nirvana por los Budistas, ecc., pero es una fuente común de "iluminación espiritual". El mensaje de que el Padre Antonio tiene la intención de dejarnos como herencia espiritual es sin duda el de ir más allá de los límites erigidos por las religiones organizadas, creando un ecumenismo cósmico entre el mundo cristiano occidental y las grandes religiones asiáticas, Ut omnia Unum Sint, para que todo Sea Uno.




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